El Château de Chenonceau es un castillo de estilo residencial del siglo XVI situado en la comuna francesa de Chenonceaux, en el departamento de Indre y Loira, y que forma parte de la serie de castillos comúnmente conocidos como Castillos del Loira. Este castillo es uno de los más famosos que ver en el valle e incluso podríamos decir, uno de los castillos más impresionantes del mundo.

Château de Chenonceau
Château de Chenonceau

Tras visitar el Château d’Azay-le-Rideau, Chenonceau era nuestra segunda elección en el recorrido por el Valle del Loira. Si el primero nos dejó encantados, quizás por ser el primero, este nos fascinó. La arquitectura es asombrosa, y el entorno natural que lo rodea es de extrema belleza.

Chenonceaux, dentro de la región del Valle del Loira, se encuentra a 14 kilómetros de Ambroise y a 235 kilómetros de París. Dispone de un gran estacionamiento gratuito, pero también puedes llegar en tren o autobús. La visita dura al menos un par de horas. Además, también puedes visitar las bodegas del castillo así como una zona que fue habilitada como huerto y granja al servicio del castillo.

Entrada al Château de Chenonceau

Recorrer el Valle del Loira

Es conocido como el «castillo de las damas» por los cambios que hicieron en él diferentes mujeres. El recinto del Château de Chenonceau es un lugar impresionante y lleno de historia. La visita al castillo te llevará a través de una serie de habitaciones bellamente decoradas, cada una con su propia historia y encanto. Además, el castillo cuenta con unos jardines impresionantes que son una verdadera obra maestra.

Algo de historia sobre Château de Chenonceau

Es un castillo que ha sido testigo de muchos eventos históricos importantes. El castillo fue construido en 1514 por Katherine Briçonnet, pero fue adquirido por el rey Enrique II en 1535 y entregado a su amante, Diane de Poitiers, como regalo. Después de la muerte de Enrique II, su esposa, Catalina de Médici, recuperó el castillo y lo convirtió en su residencia principal. 

Durante la Revolución Francesa, el castillo fue confiscado y vendido como propiedad nacional. En 1913, el empresario Henri Menier compró el castillo y lo restauró a su antigua gloria. Durante la Primera Guerra Mundial, el castillo se convirtió en un hospital militar y durante la Segunda Guerra Mundial, la galería del castillo se utilizó como punto de acceso a la zona libre.

El Château de Chenonceau, es una de las joyas de la arquitectura renacentista francesa. Su construcción se inició en 1513 por Thomas Bohier, secretario de la hacienda del rey Francisco I, y fue continuada por su esposa, Katherine Briçonnet. Posteriormente, el castillo fue adquirido por Diana de Poitiers, amante del rey Enrique II, y por Catalina de Médicis, esposa del rey Enrique II y madre de Enrique III.

Arquitectura y jardines de Chenonceau

El Château de Chenonceau presenta una planta cuadrada, con un vestíbulo central al que se abren cuatro habitaciones, una por cada lado. En la planta baja hay una capilla, junto con la habitación de Diana de Poitiers y el gabinete de trabajo de Catalina de Médicis.

La galería, que se extiende sobre el río Cher, es la característica más distintiva del castillo. Fue construida en el siglo XVI por Catalina de Médicis, y su función era unir las dos orillas del río. La galería está decorada con una serie de ventanas y balcones que ofrecen unas vistas impresionantes del paisaje.

Château de Chenonceau
Granja en Château de Chenonceau


Château de Chenonceau está rodeado de unos jardines de gran belleza. Los jardines más destacados son el jardín de Diana de Poitiers, el jardín de Catalina de Médicis y el laberinto. El jardín de Diana de Poitiers está situado en la orilla sur del río Cher. Está decorado con una serie de fuentes, esculturas y parterres de flores.

El jardín de Catalina de Médicis está situado en la orilla norte del río Cher. Está decorado con una serie de parterres de flores, un huerto y un bosque. El Laberinto, situado en el centro del parque, está formado por unos 2.000 tejos recortados en forma de seto.

Chenonceau es un monumento histórico de gran importancia. Su arquitectura y jardines son un ejemplo perfecto del Renacimiento francés, y sin duda es uno de los más famosos y visitados de este valle que cuenta con más de 300 castillos.

Rafael y María

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