El Château d’Azay-le-Rideau es uno de los castillos más emblemáticos del Valle del Loira, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se trata de una joya del Renacimiento francés, construida entre 1518 y 1527 sobre una isla del río Indre. Su arquitectura combina elementos medievales y renacentistas, creando un conjunto armonioso y elegante.
Se encuentra en la comuna de Azay-le-Rideau, en el departamento de Indre y Loira, a unos 25 kilómetros al oeste de Tours, centro del Valle del Loira. Fue el primer castillo que visitamos, y también fue de los que más nos gustaron, por su arquitectura y por el entorno de jardines que lo rodean. Cabe mencionar que el pueblo de Azay-le-Rideau es un bonito enclave que merece la pena su visita, aunque no estuviera el castillo.
El castillo está rodeado de un hermoso parque, donde se puede pasear y admirar los reflejos del edificio en el agua. El interior del castillo alberga una colección de muebles, tapices y obras de arte que muestran la vida cotidiana de sus antiguos habitantes. Además, el castillo ofrece visitas guiadas, exposiciones temporales y eventos culturales durante todo el año. Visitar el Château d’Azay-le-Rideau es una experiencia única e inolvidable, que te transportará a la época dorada del Renacimiento francés.
Historia del Château d’Azay-le-Rideau
El origen del castillo se remonta al siglo XII, cuando los señores de Azay construyeron una fortaleza para defender el valle del Indre de los ataques de los normandos. Sin embargo, la fortaleza fue destruida en 1418 por orden de Carlos VII, como castigo por la participación de los señores de Azay en la rebelión de los Armagnacs contra el rey.
En 1510, el rey Francisco I otorgó las tierras de Azay a uno de sus favoritos, Gilles Berthelot, tesorero general de Finanzas. Berthelot decidió construir un nuevo castillo sobre los restos de la antigua fortaleza, inspirándose en los modelos italianos que había visto durante sus viajes diplomáticos. El resultado fue un edificio de planta cuadrada con cuatro torres cilíndricas en las esquinas y una escalera monumental en el centro. El castillo estaba rodeado por un foso y un puente levadizo que lo comunicaba con la orilla.
Sin embargo, Berthelot no pudo disfrutar mucho de su obra, ya que fue acusado de malversación y tuvo que huir del país en 1527. El rey confiscó el castillo y se lo entregó a su compañero de armas, Antoine Raffin, quien lo terminó y lo embelleció con decoraciones renacentistas. Raffin también fue el responsable de crear los jardines que rodean el castillo, siguiendo el estilo francés.
El castillo pasó por varias manos a lo largo de los siglos, hasta que en 1905 fue adquirido por el Estado francés. Desde entonces, ha sido restaurado y abierto al público como monumento histórico. Además, alberga una colección de muebles y tapices de los siglos XVI al XIX, que recrean el ambiente de la época.
Qué ver en el Château d’Azay-le-Rideau
El Château d’Azay-le-Rideau es uno de los castillos más bonitos y mejor conservados del Valle del Loira. Su visita te permitirá admirar su arquitectura exterior e interior, así como sus jardines y su entorno natural. Estos son algunos de los puntos más destacados:
Fachada oeste: es la más espectacular del castillo, ya que se refleja en las aguas del río Indre. Su diseño combina elementos medievales, como las torres y las almenas, con elementos renacentistas, como las ventanas y los frontones. En el centro se encuentra la escalera principal, que ocupa todo el espacio entre las dos torres.
La escalera: es el elemento más emblemático del castillo, ya que representa el triunfo del estilo renacentista sobre el gótico. Su forma helicoidal permite una iluminación natural y una circulación fluida entre las plantas. Sus paredes están decoradas con relieves que representan escenas mitológicas y alegorías de las virtudes.
Visitar el Valle del Loira
Sala de los Estados Generales: es la sala más grande y lujosa del castillo, donde se celebraban las recepciones y los banquetes. Su nombre se debe a que aquí se reunieron los Estados Generales en 1560, convocados por Catalina de Médicis para intentar resolver las tensiones religiosas entre católicos y protestantes. La sala está adornada con tapices flamencos del siglo XVI que narra la historia de Ester y Asuero.
Cámara del rey: es la habitación más íntima y personal del castillo, donde se alojaba el rey cuando visitaba Azay. Su decoración es sobria y elegante, con muebles de nogal y un dosel de terciopelo rojo. En las paredes se pueden ver retratos de los reyes de Francia, desde Francisco I hasta Luis XIV.
Los jardines: son el complemento perfecto para la visita del castillo, ya que ofrecen una vista panorámica del edificio y del río. Los jardines están diseñados al estilo francés, con parterres geométricos, fuentes, estatuas y árboles podados. También hay un jardín inglés, más natural y romántico, con un estanque y un puente de madera.
Como primer contacto en el Valle del Loira no podía empezar mejor, vamos a seguir recorriendo el valle en dirección este. El siguiente château de nuestra lista es el ¡Château de Chenonceau!
Rafael y María