Visitar la Torre Eiffel es una experiencia única que no te puedes perder si viajas a la capital francesa. La Torre Eiffel es el símbolo más emblemático de París, incluso de Francia, y uno de los monumentos más famosos y visitados del mundo.
Hemos subido a lo alto de la torre en tres ocasiones, y siempre es todo una experiencia. Las vistas panorámicas de 360º sobre París son únicas. La primera vez fue en pleno invierno con un frío intenso, la parte buena es que estábamos prácticamente solos. En las siguientes ocasiones, con las tres plantas repletas de gente, la visita se hace más complicada y cuesta hasta coger un pequeño rincón donde admirar las visitas.
Guía para visitar París
Construida entre 1887 y 1889 para la Exposición Universal, la Torre Eiffel mide 324 metros de altura y pesa más de 10.000 toneladas. Desde su cima se puede disfrutar de una vista panorámica impresionante de la ciudad, el río Sena y los principales lugares de interés como el Arco del Triunfo, el Museo del Louvre o la Catedral de Notre Dame.
Para visitar la Torre Eiffel hay que comprar las entradas con antelación, ya que suele haber mucha demanda y largas colas. Se puede elegir entre subir por las escaleras o por el ascensor, y entre llegar hasta el segundo piso o hasta la cima. El precio varía según la opción elegida, pero oscila entre los 10 y los 25 euros por persona. El horario de apertura es de 9:30 a 23:45 horas todos los días del año, excepto en Navidad y Año Nuevo.
Visitar los principales monumentos de París
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Los tres niveles de la Torre Eiffel
La torre Eiffel tiene tres plantas abiertas al público. La primera está a 57 metros de altura y cuenta con un suelo de cristal que permite ver el vacío bajo los pies. También hay una exposición sobre la historia de la torre y un cine que proyecta imágenes de París.
La segunda planta está a 115 metros y ofrece unas vistas panorámicas impresionantes. Aquí se encuentra el restaurante Jules Verne, donde se puede degustar la gastronomía francesa con una vista privilegiada. La tercera planta está a 276 metros y es la más espectacular. Aquí se encuentra el despacho de Gustave Eiffel, donde recibió a personalidades como Thomas Edison o el rey Leopoldo II de Bélgica.
La Torre Eiffel también ofrece otras atracciones como un restaurante, un bar, un museo, una exposición, una tienda de souvenirs y un piso de cristal que permite ver el vacío bajo los pies. Además, por la noche la Torre Eiffel se ilumina con miles de luces que crean un espectáculo mágico.
Las vistas desde la torre Eiffel son una experiencia única que no te puedes perder si viajas a París. Te recomendamos que vayas al atardecer o por la noche, cuando la ciudad se ilumina y la torre brilla con miles de luces.
Visitar la Torre Eiffel de París es una oportunidad única para conocer uno de los iconos más reconocibles del mundo y admirar la belleza de la ciudad luz. La visita a la Torre Eiffel es ¡Un imprescindible en París!
Rafael y María