El Mont Saint Michel es uno de los lugares más impresionantes y visitados de Francia, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979. Se trata de un islote rocoso situado en la bahía del mismo nombre, donde se puede admirar el espectáculo de las mayores mareas de Europa.
Nosotros hicimos la visita desde París. Un trayecto en coche de 370 kilómetros, pero al ser por autopista se hace sin problema. Además existen muchos lugares donde parar y descansar un rato, poder tomar algo antes de reemprender la marcha.
Para visitar el Mont Saint Michel hay que tener en cuenta algunos aspectos prácticos, como el acceso, el aparcamiento, las entradas y los horarios. El monte se encuentra a unos 2,5 kilómetros del continente y se puede llegar a él por un puente-pasarela o por unas lanzaderas gratuitas que salen desde los aparcamientos.
Estos aparcamientos están situados a unos 4 kilómetros del monte y tienen un coste de 14,00 euros por día para los coches. También hay un servicio de autobuses que conecta el monte con las ciudades cercanas como Rennes, Caen o París.
📽️ Vídeo del viaje al Mont Saint Michael
La Abadía de Mont Saint Michael
En la cima del monte se alza la majestuosa abadía, fundada en el siglo VIII por el obispo Aubert tras tener una visión del arcángel San Miguel. La abadía es una obra maestra de la arquitectura religiosa, que combina diferentes estilos desde el románico hasta el gótico flamígero. Su visita es imprescindible para conocer la historia, el arte y la espiritualidad de este lugar único.
La entrada al recinto del monte es gratuita, pero para acceder a la abadía hay que pagar una entrada de 10,00 euros para los adultos y 8,00 euros para los estudiantes. Los menores de 18 años y los residentes en la Unión Europea menores de 26 años entran gratis. La abadía está abierta todos los días del año excepto el 1 de enero, el 1 de mayo y el 25 de diciembre. El horario varía según la temporada, pero suele ser de 9:30 a 18:00 horas.
Guía del París menos conocido
La visita al Mont Saint Michel se puede hacer por libre o con una visita guiada. Hay varias opciones para contratar una visita guiada, desde la propia abadía hasta las oficinas de turismo o las agencias especializadas. Una visita guiada suele durar entre una hora y media y dos horas y permite conocer mejor la historia, la arquitectura y los secretos del monte y su abadía.
También hay visitas guiadas por la bahía, que permiten descubrir el ecosistema, la fauna y la flora de este entorno natural protegido. Eso sí, hay que tener mucho cuidado con las mareas y no aventurarse solo por la bahía sin un guía experimentado.
El Mont Saint Michel es un destino que merece la pena visitar al menos una vez en la vida. Su belleza, su magia y su encanto lo convierten en un lugar inolvidable que no deja indiferente a nadie.
Rafael y María