La ciudad de Tetuán es la ciudad del vecino Marruecos que conserva más vestigios de la presencia española tras el protectorado. Sus tranquilas calles y su amplia Medina te sorprenderán, pasear por sus es regresar a principios del siglo XX.
Llegamos desde Chefchaouen, a la concurrida estación de autobuses de la ciudad, a unos 15 minutos del centro, al que se puede llegar andando sin ningún problema.

Se encuentra entre Ceuta (a 41 kilómetros) y Tánger (a 60 kilómetros). Mucha gente hace la visita desde Tánger en un día, con uno de las líneas de autobús (precio billete 18 dh, unos 2,00€), o en grand taxi, suele costar 25,00 euros (250 dh) por trayecto, con la posibilidad de compartir el vehículo y abaratar el coste del viaje.
La ciudad está dividida en tres zonas, la parte moderna, el antiguo Ensanche Español de cuando el protectorado, y la antigua Medina. Nosotros recorrimos estas dos últimas zonas.
Nos alojamos en un riad convertido en hotel, El Reducto, antiguo palacio reformado y regentado por una española de Canarias. Muy buen establecimiento que además cuenta con un excelente restaurante que combina la cocina española con la marroquí.
El Ensanche Español empieza en Place Moulay El Mehdi, aquí se encuentra el Consulado español, y llega hasta la Place Al Jalaa (antigua Plaza de España). Lo forman una serie de manzanas con edificios de época, con muchos comercios y bares como si estuvieras en cualquier casco histórico de una ciudad española.


La Place Al Jalaa da acceso al siguiente punto neurálgico de la ciudad, el Palace Royal Hassan II que comparte el espacio de la plaza con un mercado ambulante además de ser el acceso a la Medina.
Dos curiosidades nos llamaron la atención respecto a las otras Medina visitadas, la primera los pasadizos entrecruzados, en ocasiones parece que circulas por pasajes subterráneos a modo de metro, y con muy poca luz.
La otra curiosidad sus puertas, la mayoría son iguales en forma y color, a diferencia de las otras Medinas donde uno de los atractivos era las diferentes formas y colores de las mismas.


La Medina es considerada de las más auténticas y que menos influencias externas ha tenido.
Está dividida por gremios, entre carpinteros, zapateros, artesanos, etc. y muchos comercios donde puedes comprar cualquier artículo. Destaca el mercado de verduras y animales vivos de granja, donde cada día bajan del campo campesinos para vender sus productos, en algunos casos un sencillo puesto en la acera para vender unos pocos tomates o una sola gallina.

Como es habitual tienes muchos puestos de comida, y si tu dieta lo permite, no dejes de probar su repostería, variada y elaborada que podrás encontrar en cualquiera de sus calles.
La ciudad se visita en un día, tanto el Ensanche Español como la Medina, es una experiencia única recorrer las calles donde mucha gente habla o entiende español, una ciudad tan vinculada a España por una historia bastante reciente.

Además de la ciudad, tiene una bonita costa, con extensas playas como la Playa de Martil, la más cercana a 5 kilómetros, y otras más alejadas pero igual de buenas, como la Playa de Cabo Negro, que se extiende desde la desembocadura del río Lila y hasta Cabo Negro, que da su nombre.
En nuestro canal de FLICKR podrás ver más fotos de Tetuán
Abandonamos Tetuán con dirección a Tánger y completar así el circuito que hemos realizado por Marruecos. Desde Tánger iniciamos el regreso vía marítima hasta Algeciras, y terminar este primer viaje del año.
Si te ha gustado y parecido interesante lo puedes compartir por Twitter & Facebook
Rafael & María