El Puerto de Pajares es uno de los principales, y más conocido, puerto de montaña para entrar en Asturias. Desde la cima, tiene una de las mejores vistas de la cordillera Cantábrica y de los valles que dan acceso al interior de Asturias.
Las vistas desde el Mirador del Fitu
Pajares es la población que da su nombre al puerto de montaña. Es la principal vía de comunicación por ferrocarril y por carretera (la opción gratuita) entre Asturias y la provincia de León, del centro de España. Para evitar la subida, o la bajada, del Puerto de Pajares, existe una autopista alternativa de peaje privada, la AP-66.
Pajares (en asturiano Payares) es una villa y parroquia del concejo asturiano de Lena. Tiene una extensión de 43 kilómetros cuadrados, y se encuentra a 970 metros sobre el nivel del mar. El puerto se encuentra a 1.380 metros de altura.
Puerto de Pajares y sus vistas panorámicas
Las vistas desde lo alto siempre son espectaculares. Tanto con el paisaje nevado en invierno, así como la explosión de colores en la primavera, o el ambiente otoñal, con la gran diversidad de ocres, amarillos, etc. tan propios de la época.
Siendo este el principal, no es el único que comunica Castilla y León con Asturias. En total existen 10 puertos de montaña que comunican el interior de España con la costa cantábrica de Asturias, estos son los otros nueve:
- Puerto de Cerredo, altitud de 1359 metros
- Puerto de la Cubilla, altitud de 1683 metros
- Puerto de Piedrafita, altitud de 1683 metros
- Puerto de Tarna, altitud de 1492 metros
- Puerto de Leitariegos, altitud de 1525 metros
- Puerto de San Isidro, altitud de 1520 metros
- Puerto de Somiedo, altitud de 1485 metros
- Puerto de Vegarada, altitud de 1555 metros
- Puerto de Ventana, altitud de 1587 metros
Por la región de Cantabria, existe el Puerto de San Glorio, a un altura de 1609 metros sobre el nivel del mar. En el País Vasco existen otros bonitos puertos de montaña que comunican la región con Burgos y La Rioja.
El Puerto de Pajares, como la mayoría de accesos de montaña, siempre ofrece unas vistas espectaculares. Si bien están muy condicionados por la climatología, merece la pena aprovechar los días despejados para disfrutar de sus vistas.
Rafael y María