Nuestro siguiente destino es el pueblo de Assilah, después de pasar unos días en Tánger, ponemos dirección para una parada en la costa.

¿Cómo llegar a Assilah?

Para este tramo del viaje compartimos un “Grand Taxi” con dos chicas españolas alojadas en nuestro hotel. El día anterior negociamos (o sea, regateado) con un taxista de Tánger el itinerario hasta Assilah, haciendo dos paradas, una en Cabo Espartel y la otra en la Gruta de Hércules. El precio por cuatro personas fue de 25,00 euros (250 dh).

Consejo

El cambio habitual de 1,00 euro con el dirham es de 10,70 dirhams. Las diferencias son mínimas entre las oficinas de cambio de Marruecos, es conveniente evitar cambiar en los hoteles, aeropuertos o puertos marítimos

Después del desayuno, el taxista esperaba a la hora acordada para emprender el viaje. La primera parada se encuentra a 15 kilómetros de Tánger, Cabo Espartel, lo especial de este cabo es la unión de dos mares, el mar Mediterráneo y el océano Atlántico.

El lugar ofrece unas bonitas vistas sobre el mar y la costa española, si el día está despejado. Puedes acceder al faro, si el farero se encuentra en el lugar, y tomar buenas fotos de la costa. Todo el cabo está rodeado de frondosos bosques.

Assilah

Dejamos el faro y proseguimos la carretera, una vía en perfecto estado de asfaltado, para llegar a la Gruta de Hércules que se encuentran a 5 kilómetros de Cabo Espartel (a 20 kilómetros si vas directo desde Tánger).

Assilah

Cuevas creadas por la erosión del mar, y “algo retocadas” por la mano del hombre. La entrada cuesta 10 dh (1,50 euros), la mitología cuenta que fueron la morada de Hércules cuando separó el continente Africano de Europa.

Assilah

El día estaba nublado, y la foto no refleja el efecto del mar visto a través de la gruta, como muestra el siguiente ejemplo.

En el exterior de la gruta podrás comprar artesanía, comer algo en los puestos de comida, o realizar un paseo por los alrededores.

Assilah

Llegamos al pueblo de Assilah (también conocido como Arzila), a 46 kilómetros de Tánger. Pequeño enclave costero, de origen fenicio y hermanado con la población portuguesa de Sintra, donde destaca su pequeña pero bonita medina, típica es la imagen de su muralla bañada por el océano Atlántico.

Ya en la medina, podrás transitar por sus estrechas y tranquilas calles, la plaza central acoge su mezquita y da acceso a las concurridas calles llenas de tiendas y pequeñas galerías de artistas bohemios dedicados a la pintura o artesanía local.

Assilah

Sigues en Marruecos, o sea que los comerciantes te seguirán atosigando para que entres, siempre sin compromiso, y que mires, toques o degustar algo. Si optas por comprar, recuerda que el precio esta algo hinchado, tendrás que regatear para ajustar el coste a la realidad.

Assilah

Fuera de la medina Assilah no ofrece mucho más, una extensa playa urbana de 6 kilómetros con los típicos chiringuitos. A unos 12 kilómetros de Assilah se encuentra la playa Sidi Mugaits, más íntima y virgen que la urbana. La playa de Briech, Las Palomas o la playa de Las Barcas son otras de las playas que puedes visitar, en especial la playa de Briech conocida por sus puestas de sol.

Assilah

El pescado es la base de la cocina en Assilah, no dejes de visitar el Mercado de Abastos, al más puro estilo español, donde tienes muchos restaurantes que elaboran sus platos con el pescado recién cogido.

La mayoría de alojamientos y riads se localizan en la zona nueva. Nos alojamos en Christina’s House, regentado por una chica española, es un encantador riad, con habitaciones muy bien acondicionadas, con un desayuno suculento, y bonito patio o sala común donde conversar con otros viajeros que están de paso.

Más fotos del Viaje a Assilah

Assilah es de las poblaciones costeras más representativas de la costa atlántica marroquí, con el verano la zona se colapsa, hasta doblar su población, el turismo se impone y rompe algo de la magia del lugar. Invita a pasear por sus calles, asomarse al mar por alguna de sus almenas, o tomar un té en alguno de sus pequeños locales.

Te recomendamos fijarte en las distintas formas y colores de la puertas de acceso a las viviendas o locales, muchos fotógrafos realizan reportajes como único motivo los diferentes estilos de puertas.

Desde aquí proseguimos nuestro viaje para llegar hasta una de las ciudades más conocidas de Marruecos, Fez.

Rafael & María

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