Los museos de Berlín son bien conocidos por todo el mundo, y aunque muchos de ellos están dispersos por la ciudad, en especial destaca la denominada como “Isla de los Museos”. Como de costumbre, hay largas colas para adquirir las entradas, es muy recomendable adquirir por Internet para evitar perder un mínimo de dos horas haciendo colas.

Esta isla urbana, situada entre dos de los canales que cruzan la ciudad, detrás del parque donde se ubica la catedral de Berlín, se encuentran varios edificios, que conforman la conocida como “Isla de los Museos”:
– Museo Antiguo (Altes Museum)
– Museo Nuevo (Neues Museum)
– Museo Bode (Bode Museum)
– Galería Nacional Antigua (Alte Nationalgalerie)
– Museo de Pérgamo (Pergamon Museum)

Este último a resaltar entre todos ellos. El museo no es demasiado grande, pero posee grandes monumentos realmente importantes, como la «Puerta de Ishtar», procedente de la ciudad de Babilonia, así como un altar completo de la ciudad de Pérgamo, y toda una fachada procedente de la ciudad de Mileto.
Existen otras obras procedentes de Mesopotamia, como un fragmento de la fachada de un palacio islámico de más de 30 metros de longitud.
Al otro lado de la ciudad, a unos 15 minutos a pie desde Checkpoint Charlie, se llega al museo de la Topografía del Terror, edificio ubicado sobre el lugar que ocupaba el cuartel general de la Gestapo. El museo muestra facsímil de documentos referentes al holocausto, así como un recorrido cronológico desde inicio del genocidio en 1.930 hasta la caída del régimen Nazi en 1.945.
Ciertamente la mayoría de información y documentos se han visto en algunos de los múltiples documentales que en alguna ocasión se han visto por la TV, aun así resulta interesante su visita, que como todos los museos dedicados al holocausto son gratuitos.
En el mismo perímetro del museo, se encuentran unos 50 metros del Muro de Berlín tal como estaba en el momento de su caída en el año 1989.
Además de estos museos, en la misma avenida de Los Tilos, Unter den Linden, existen otros tantos museos e infinidad de exposiciones itinerantes por toda la ciudad, alguna de ellas bien podría ser un museo por la cantidad y categoría de las obras.
La visita a museos en cualquier ciudad abarcar gran parte de un viaje, pero en Berlín esto se acentúa mucho más, con tal cantidad, bien valdría la pena organizar un itinerario de museos que podría representar una semana entera.
De cualquier modo, en Berlín se respira arte en cualquier esquina, con multitud de artistas callejeros o pequeños locales exponiendo, desde pintura, coleccionista e improvisados conciertos en la vía pública.