Esta semana la comenzamos de nuevo en St. George. Reservamos allí dos noches para poder descansar un poco del ajetreo de cambiar de hotel cada noche, y de todos los días acumulados de viaje. Los itinerarios realizados han sido entre Utah y Arizona, de los estados americanos con más parques naturaels.

El descanso no fue el esperado. Aunque planificamos este viaje para ir con calma y disfrutar de nuestras visitas sin prisa, es tal la cantidad de lugares que hay para ver en esta parte de los Estados Unidos («El Gran Círculo«) que el tiempo en esta zona se nos ha hecho escaso. Nos hubiera gustado haber estado más días en cada uno de los Parques Nacionales que hemos visitado. Hubiéramos querido hacer unos cuantos senderos de los que sugieren en los centros de visitantes, pero el calor, la edad y el tiempo disponible nos lo han puesto difícil.
Al final hemos optado por lo más cómodo y recorremos los parques en coche parando en cada uno de los puntos de interés que se señalan en el recorrido. También hacemos algún recorrido a pie. De momento nos conformamos con la idea general que nos hemos hecho de cada uno y tenemos la excusa perfecta para volver en el futuro.
El martes visitamos El Zion National Park. El atractivo de este parque es el precisamente la visita del cañón que le da el nombre. Mide unos 24 km. y en algunos puntos alcanza una profundidad de 800 metros. Por él discurre el río Virgin (afluente del río Colorado). Lo primero que nos llamó la atención allí es que el recorrido se hace por el fondo del cañón.
Es impresionante observar desde abajo las paredes y a la vez disfrutar de la visión del río y de la cantidad de vegetación que crece en sus orillas. En las rocas se observan diferentes capas de colores como el rojo, el rosa, el crema, el blanco. Es todo un espectáculo para la vista. Hasta ese momento todos los cañones y formaciones rocosas los habíamos observado desde arriba (Gran Canyon, Kolob Canyon, Bryce Canyon)…
En este parque entre Marzo y octubre hay que utilizar un servicio de autobuses gratuitos para desplazare por el parque. Paran en todos los puntos de interés y los tiempos de espera no llegan a cinco minutos en la hora punta. Desde cada parada se pueden realizar muchas excursiones a pie y en bici. Nosotros hicimos la ruta más facilita, que sale desde la última parada (River Side Walk). Un paseo, a pesar del intenso calor, muy agradable.

Ya el miércoles fuimos hacia Page para hacer una de las visitas más esperadas: Antelope Canyon. Ver este lugar era uno de los «imprescindibles» viaje y lo planificamos en el mes de abril.
En la zona hay dos «cañones de ranura»: Upper Antelope Canyon y Lower Antelope Canyon. El primero es el más conocido y mucho más visitado. Estos cañones no se pueden visitar por libre, hay que contratar la visita guiada con alguna de las empresas autorizadas, y además pagar $8 por pisar el territorio de la Nación Navajo. Leímos que el momento mejor para visitarlo es en el que los rayos del sol entran verticales por las ranuras de la parte superior.
Las agencias que organizan las visitas llaman a este momento la «pick hour» o «prime time» y el precio del tour a esta hora es más caro (unos $10 de diferencia), pero nosotros queríamos esa hora. En abril ya teníamos comprados nuestros pases para el Upper Antelope Canyon por el módico precio de $116. Por si fallaba algo también reservamos la visita con otra agencia, también en la «pick hour».
Nos decidimos finalmente por el tour que ya habíamos pagado porque la segunda agencia nos lo confirmo a las 10:00 horas y nosotros queríamos la mejor hora para verlo.

No os vamos a contar nada nuevo sobre lo maravilloso del lugar, es mágico, indescriptible, como de cuento, pero sí podemos deciros es que el tour fue casi una pesadilla. El recorrido por un camino lleno de baches y polvo se perdona porque no hay otra manera de acceder. El calor también se perdona porque sólo en estos meses se pueden ver los rayos del sol verticales y además, la hora la elegimos nosotros.
Todo con tal de ver aquella maravilla. Pero esta visita tan esperada ha sido una de las más decepcionantes, no por el sitio, sino por la organización del tour. No podemos decir cuánto duró exactamente, pero el tiempo dentro del cañón ni se aproxima de lejos a la hora y media prometida.
La visita fue agobiante. Contamos unos 14 grupos con unas 12 personas cada uno, todos dentro del cañón y con una separación entre grupo y grupo de dos metros. Parecía que el trabajo del guía consistía en mantener al grupo unido. Podríamos resumir el tour en algo como: «Gente por delante, gente por detrás. Foto ahora, ahora no se permiten fotos. Todos aquí, todos allá.
Deprisa, vamos, que no se quede nadie rezagado. Ahí se ve el perfil Elvis Presley, deprisa, vamos.. Ahí la guitarra de Elvis. Vamos, vamos, aquí todos juntos antes de avanzar… Nada de fotos, esperad ¿qué he dicho? ¡qué nada de fotos ahora..¡Mi grupo aquí!… ¡Ahí la cara del presidente tal, allá la del presidente Pascual!
Lo mejor llegó cuando en un tramo el guía nos dijo: «Aquí es donde se ven los rayos del sol cuando están verticales. Esto ocurrió hace media hora».
Es un sitio para disfrutarlo, para relajarse y dejarse llevar, pero por la imaginación, no por una avalancha de gente. En nuestro grupo había una pareja de Madrid y ellos salían de la visita realmente enfadados.
Por suerte, como pasábamos la noche en Page, habíamos comprado también la visita al Lower Antelope Canyon. Este cañón es menos conocido, y $30 más barato por persona (el mismo precio para cualquier hora del día). El acceso aquí es más complicado, se hace por unas escaleras muy verticales, y en ocasiones se vuelve muy estrecho… ¡Pero merece la pena verlo!
También reservamos para la hora punta, y aunque la sensación que nos dio antes de entrar fue de que también había mucha gente, nada que ver con el día anterior. Realmente disfrutamos de la visita a este cañón. Tuvimos tiempo de mirar, de soñar despiertos y de hacer todas las fotos que quisimos. Sin prisas y sin aglomeraciones.
Cuando miramos las fotos no distinguimos de que cañón se trata. Los dos cañones son lugares únicos, hay que verlos, pero si nosotros tuviéramos que planificar ahora esta visita sólo iríamos al Lower Antelope Canyon, y si solo existiese el Upper Antelope Canyon jamás lo visitaríamos en la hora punta. Esto es sólo nuestra opinión, parece que a otros visitantes no les ha ido tan mal.
En Page la verdad es que no hay mucho más que visitar pero hay un par de sitios con unas vistas muy bonitas. Uno de ellos se llama «Wahweep Overlook». Se ve muy fácilmente antes de llegar a Page por la carretera 89. El lugar es muy tranquilo y con unas vistas muy bonitas sobre el Lago Powell. Estuvimos allí dos veces, una de ellas para ver un atardecer maravilloso. El otro punto de visita casi obligada es el «Horseshoe Bend». Es un inmenso meandro del río Colorado con las paredes muy verticales y de unos 300 metros.


Haciendo un inciso, queremos deciros, que En España también podemos disfrutar de la vistas espectaculares de varios meandros.. Por poner algún ejemplo, tenemos los meandros del río Duratón en Segovia, con paredes también muy verticales, aunque blancas en vez de rojas (Parque natural de las Hoces del Duratón). En Cáceres, podemos deleitarnos con la vista del Meandro de Melero, con un entorno maravilloso también y poco que envidiar en cuanto a tamaño al Horseshoe Bend del río Colorado.
Aquí el álbum de la segunda semana de Road Trip
Ha sido una semana intensa de visitas a Parques Naturales, en breve publicaremos la continuación de esta intensa semana de viaje repleta de interesantes visitas de recorrido por el oeste de Estados Unidos.