De lo mucho que Atenas tiene para ver, aquí te recomiendo lo imprescindible que no te puedes perder para tener un mínimo conocimiento de la ciudad, auténtica cuna de la civilización occidental.
Tras dos días de navegación por el mar Adriático, después de la salida del puerto de Venecia, el Crucero por el Mediterráneo llegaba a la primera escala de la travesía, el puerto ateniense del Pireo.
Consejo
En el puerto del Pireo, tienes diferentes opciones para llegar al centro, desde taxi, bus turístico, etc. Te aconsejo salir del puerto y a unos 100 metros está la parada de bus urbano, lo más económico para llegar al centro (40 minutos aprox.)
La capital de Atenas es algo caótica, incluso agobiante si la visitas en verano por el intenso calor. Las congestionadas calles y plazas abarrotadas de turismo no facilita transitar por el centro histórico, más bien todo lo contrario. Por otra parte, la gran abundancia de comercios y restaurantes invitando a entrar, eso sí, de manera muy educada, complica progresar en tu recorrido, más aún si tienes un horario de regreso como era nuestro caso.

La Acrópolis
Con una elevación de 156 metros sobre el nivel del mal, la Acrópolis es el principal monumento de Atenas, incluso de Grecia. Los 300 metros de largo por 150 metros de ancho, forman el conjunto arquitectónico que mejor simboliza la cultura griega de la época clásica. El significado de acrópolis es “ciudad alta”.


Si visitas la Acrópolis en verano, indispensable que inicies la visita a primera hora, ya que el calor es muy intenso, que junto a las aglomeración de gente, puede convertir en una auténtica odisea la visita.
Una vez se inicia el acceso a la colina, el primer edificio que se encuentra es el Teatro de Dionisio, y unos metros más arriba se llega al otro teatro, Teatro de Herodes Atticus. A escasos metros más arriba se divisa la puerta de acceso a la Acrópolis, conocida como Propileos.
Dentro del recinto, lo más destacado es el conocido Partenón, la famosa columnata que lo forma, y justo al otro lado el Templo de las Cariátides, quizás las estatuas más conocidas de la antigüedad.
Uno de los laterales del Partenón tiene un aparatoso andamiaje para su contención. Todos los demás trozos que faltan, o bien se encuentran en museos, solo el Museo Británico tiene unos 128 metros del friso superior, una parte en el Museo de Atenas, y otros tantos repartidos por diversos museos del mundo.

Gran parte de todo lo que falta ha sido sustraído deliberadamente a lo largo de la historia, y no todo para ser llevado a museos, buena parte fue utilizado para construcción civil, incluso para casas particulares.
Descendiendo de la Acrópolis, se prosigue por una calzada empedrada para llegar al Ágora de Atenas, durante todo el recorrido se sigue viendo vestigios de lo que fueron pequeñas construcciones así como restos de estatuas. Si miras hacia atrás, divisaras el promontorio de la Acrópolis.
Si la Acrópolis es importante, principalmente por su sentido divino y religioso, el Ágora tenía las funciones de foro político y comercial, además de ser la sede del gobierno y judicial.

Antes de abandonar el complejo de la Acrópolis, para en el pequeño Templo de Hefestión, situado en el noroeste del Ágora de Atenas. Este templo sigue siendo el original, nunca se ha encontrado ningún indicio de reconstrucción.
En este punto se encuentra una de las salidas para abandonar el complejo de la Acrópolis, nosotros realizamos la visita en unas dos horas y media, pero algo precipitado eso sí, quizás una hora más nos hubiera permitido recorrer con más calma todo el recinto.
Plaza Syntagma, centro de Atenas
En esta plaza se encuentra la sede del gobierno griego, además de otros organismos públicos y sedes de algunas grandes empresas y corporaciones.
No muy lejos de este centro neurálgico de la ciudad, se encuentran dos interesantes visitas:
- Iglesia Panaghia Kapnikarea, situada en plena área comercial de Atenas, se encuentra esta pequeña iglesia bizantina. Sigue en pie casi por casualidad, porque en aras del progreso casi fue demolida para ampliar la zona comercial, hoy en día pertenece a la Universidad de Atenas.
- Catedral Anunciación de Santa María, también conocida como Catedral Metropolitana, una iglesia ortodoxa que se encuentra en el barrio de Plaka.

Plaka, zona de restaurantes y compras
A los pies de la Acrópolis, este pintoresco barrio formado por pequeñas placitas y estrechas calles, es la zona más animada de Atenas, y la zona indicada si buscas hacer algunas compras.
También es el lugar indicado para localizar restaurantes de la rica y variada gastronomía griega, tan parecida a la española en muchos de sus platos. Aquí podrás almorzar, o cenar, platos abundantes a buen precio en alguna de sus pequeñas y coloridas tabernas.

Todo este recorrido lo realizamos en unas 8 horas, demasiado justo, aunque pudimos alcanzar a ver la mayoría de lugares previstos, todo era con prisas, debido a que teníamos que estar de vuelta al barco a una hora concreta, antes de que zarpará, y el transporte desde el centro al puerto del Pireo es de unos 40 minutos, quizás algo más en caso de tráfico.
El tiempo ideal para visitar Atenas sería de dos días, si además puede ser finales invierno o primavera, mucho mejor para evitar aglomeraciones. Tenemos amigos que han visitado la Acrópolis casi solos en un mes de febrero.
Otros puntos que nos hubiera gustado visitar es el Monte Licabeto, de donde tiene la conocida panorámica de Atenas con la Acrópolis en medio la ciudad, y por descontado alguno de los muchos museos de la ciudad.
Con esta rápida visita a la ciudad ateniense, tenemos motivo para regresar en otra ocasión con más calma para recorrer lo visto y lo pendiente.
Rafael & María